1.000 PERIODISTAS DE MáS DE 170 PAíSES SIGUIENDO EL DEBATE ENTRE BIDEN Y TRUMP EN UN POLIDEPORTIVO EN LA SOFOCANTE ATLANTA

El primer debate de las elecciones presidenciales de 2024 se celebra sin público. Pese a ello, ha desatado una enorme expectación para la cobertura sobre el terreno en la sofocante Atlanta de estos días, algo refrescada este jueves por una tormenta. Según los datos que ha dado la CNN, organizadora del debate, en torno a 1.000 periodistas de más de 170 países se han acreditado para cubrir el duelo entre el presidente, Joe Biden, y su antecesor, Donald Trump. La CNN, de acuerdo con el Instituto de Tecnología de Georgia (Georgia Tech), ha habilitado un pabellón polideportivo para los medios de comunicación.

El Hank McCamish Pavilion es el recinto donde juegan el equipo masculino y femenino de baloncesto de la universidad, los Georgia Tech Yellow Jackets, pero fue también la sede de los Atlanta Hawks de la NBA entre 1977 y 1994. En la zona de las gradas se han habilitado mesas a modo de gigantesca zona de prensa y el parqué, por donde Dominique Wilkins hacía sus espectaculares mates, servirá de spin room, la zona por la que desfilarán invitados, expertos y miembros de la campaña de Biden y Trump para dar su opinión sobre el transcurrir del debate. Entre los primeros en pasarse por allí antes del debate han estado el gobernador de Georgia, el republicano Brian Kemp; el de California, el demócrata Gavin Newsom, y el congresista republicano Byron Donalds.

La zona está acordonada por el servicio secreto. Los huéspedes de los hoteles más cercanos a la zona del debate han sido advertidos de que los vehículos no podrán acceder a los mismos entre las 16.00 y las 24.00 horas. Hay que pasar estrictos controles de seguridad para llegar al centro de prensa, aunque el debate como tal se celebra en el plató de un edificio cercano. Algunas de las franquicias de restauración del pabellón abrirán sus puertas para atender a los asistentes. El agua será cortesía de la CNN.

Destacados miembros del Partido Demócrata y del Republicano aparecerán por allí. Trump ha dicho que ya tiene decidido quién le acompañará en la papeleta como candidato a vicepresidente y que estará en Atlanta, así que todos los aspirantes ficharán. Unos y otros tratarán de destacar la actuación de su respectivo líder.

El rector de Georgia Tech es el español Ángel Cabrera. “La logística de tener un debate presidencial en nuestra universidad es enorme. Hay que hacer una coordinación de una cantidad de servicios de seguridad, el servicio secreto de los presidentes, la policía de campus, la policía del Estado, la de la ciudad... Todo el operativo es complejo, pero traer la atención del mundo a Georgia Tech, a nuestra universidad, merece la pena. Ahora es verano y no hay muchos alumnos, pero para los que sí están en el campus, este es el evento político más importante en muchos meses y tenerlo en nuestro campus es un orgullo”, explica a EL PAÍS. Ha sido un trabajo conjunto con la CNN, explica. “Somos vecino de la CNN y hemos tenido siempre una relación muy buena con ellos. Han sido varias semanas de planificación y preparación, pero la ejecución ha sido la última semana. Estoy muy orgulloso de nuestro equipo, tenemos gente muy, muy buena, y da gusto también tener vecinos como la CNN”, añade.

En la ciudad, y en realidad por todo el país, las campañas han organizado fiestas de seguimiento del debate. El presidente se acercará a una de ellas en Atlanta al terminar el duelo con Trump. La campaña de Biden, que ha facilitado los datos, organiza más de 300 fiestas para ver el debate solo esta noche y más de 1.600 eventos adicionales en los Estados decisivos durante la semana. También llevará a cabo actividades dirigidas a segmentos clave, con más de 40 actos programados actualmente para la noche del debate. “Organizaremos actos para los votantes jóvenes, incluida una fiesta virtual estatal para estudiantes universitarios en Michigan, así como para mujeres caribeñas, venezolanos estadounidenses, la comunidad LGTB, miembros locales del Partido Demócrata y otros grupos de forma virtual y en más de 15 Estados”, indica su campaña.

Las televisiones han reservado, previo pago, sus espacios a pie de pista para poder hacer entrevistas y retransmitir en directo desde allí. Aunque la CNN produce y retransmite el debate de forma exclusiva, cede la señal para ser emitida de forma simultánea por todos las grandes televisiones. El canal de noticias está en su terreno y se ha asegurado los mejores espacios. Está echando toda la carne en el asador de la que puede ser la emisión más seguida de su historia.

Como moderadores, encargados de elegir las preguntas que plantearán a los candidatos, actuarán Jake Tapper y Dana Bash, dos de sus presentadores estrella. Trump, fiel a su estilo de no aceptar las reglas del juego, ya se ha encargado de poner en duda su imparcialidad: “Debatiré con tres personas, en vez de con una, en vez de con media persona”, dijo en un mitin en Racine (Wisconsin).

¿Se darán la mano?

La CNN, que ha atravesado problemas y crisis recientes, se juega mucho en el empeño. Muchos televidentes se han pasado a las plataformas en streaming como Netflix, Max y Hulu y están abandonando la antes todopoderosa televisión por cable tradicional (que en la práctica también se emite ya por internet).

Además, el prestigioso canal de noticias tiene últimamente más prestigio que audiencia. Según datos de Nielsen citados por AP, Fox News ha tenido una media de 2,14 millones de espectadores en horario de máxima audiencia este mes; MSNBC,1,22 millones, y CNN se ha quedado en 525.000, con un retroceso del 17% respecto al mes de junio del año pasado. Los espectadores parecen preferir la opinión que las noticias.

El debate se presenta como una gran ocasión de recuperar notoriedad y audiencia. También puede ocurrir que los espectadores, aunque sigan la señal de la CNN, prefieran seguir el debate por sus canales favoritos. Entre los que lo emitirán están ABC, CBS, NBC, Fox News, MSNBC, PBS y C-SPAN y no sería raro que algunos de ellos superasen en audiencia a la propia CNN.

El canal que ahora dirige Mark Thompson ha llenado el escenario con sus logos, así que al menos le servirá como herramienta publicitaria. En ese plató, Biden y Trump estarán mucho más cerca que en los debates de 2020. Una de las incógnitas es si se darán la mano. Hace cuatro años no se saludaron por la covid. No hacerlo hoy sería un gesto de gran hostilidad, pero eso es lo que ha dominado la relación entre ambos.

Aunque dentro de los 90 minutos de debate habrá dos pausas publicitarias, ni Biden ni Trump podrán hablar con sus equipos en ellas. No habrá intervenciones de apertura, sino que se entrará directamente a las preguntas de los moderadores, que no se han anticipado. Habrá dos minutos para contestar, seguidos de un minuto de réplica y otro de contrarréplica. Una luz roja parpadeará cuando queden cinco segundos de cada turno y se quedará encendida cuando el tiempo se haya consumido. No se permitirán gráficos ni otros objetos, ni tampoco notas preparadas previamente. Los candidatos recibirán papel, bolígrafo y una botella de agua. También cortesía de la CNN.

Siga toda la información de las elecciones en Estados Unidos en nuestra newsletter semanal.

2024-06-28T00:32:33Z dg43tfdfdgfd