DENUNCIAN GRAVES MALTRATOS A ADULTOS MAYORES EN HOGAR DE ANCIANOS DE QUILLOTA: LOS DEJABAN AMARRADOS Y CON HORMIGAS EN LA CARA
Dos extrabajadoras del hogar de ancianos Kentucky en Quillota, Región de Valparaíso, denunciaron violencia y malos tratos hacia los adultos mayores residentes. La Seremi de Salud ha confirmado un sumario sanitario en el lugar.
Las denunciantes acusan a una cuidadora de maltratar a los ancianos. Una de las exfuncionarias registró, hace tres meses, a una adulta mayor con el rostro invadido por hormigas, incluso cerca de su ojo. “Después tocó mudar y en ese momento me di cuenta de que la abuelita estaba con hormigas. Fue horrible. Yo creo que estuvo bastante tiempo porque cuando la limpié, quedaron marcas”, relató la extrabajadora a T13, quien prefirió mantener su identidad en secreto.
Además, afirmó que le tocó muchas veces “ver cómo ella maltrataba, golpeaba o les prohibía comer porque según ella estaban en sobrepeso o por restricción médica”.
Otra extrabajadora, que solo estuvo dos semanas en el hogar, captó en video a una cuidadora amarrando a un adulto mayor a una silla para desplazarlo por una sala. “Ella lo amarraba desde el estómago con sábanas, con tiras, lo empujaba, como lo hacía con otro adulto que lo encerraba en las piezas”, comentó.
“Conmigo no vengas con atrevimientos, te lo he dicho miles de veces”, le dice la mujer al adulto mayor, mientras se oyen sonidos de golpes, según lo que se oye en un audio grabado dentro del hogar, donde se escucha a una trabajadora insultando a un anciano.
Respuesta del hogar
La administradora del hogar, Isabel, respondió a las acusaciones en una entrevista con el citado medio. “Hay hormigas en el verano. Muchas hormigas. La cuidadora de ese tiempo, quizás, al darle alimentación, porque es una señora que está dependiente severa, no se le hizo bien el aseo, quedaron restos y las hormigas treparon”, explicó.
Respecto al adulto mayor amarrado a una silla, Isabel señaló: “La contención no era, quizás, la adecuada. Se usaron con él, pero él en un momento las rompía... no había forma de mantenerlo quieto”.
Tras la denuncia presentada por las ex trabajadoras a la Policía de Investigaciones (PDI), el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) fiscalizó el hogar, lo que resultó en un sumario contra la trabajadora responsable de los malos tratos. El caso se derivó a la Seremi de Salud.
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