EL ENIGMA DE GEN CHAN: EL HIPOPóTAMO REGISTRADO EN MéXICO COMO MACHO QUE RESULTó SER UNA HEMBRA TRAS UN ANáLISIS DE ADN

Una prueba de ADN reveló, después de 12 años, que un hipopótamo registrado como macho en realidad era una hembra. El zoológico Tennoji en Osaka, Japón, adquirió la especie de la reserva Africam Safari, en Puebla, hace siete años. El animal llegó a México en 2011 proveniente de África para su cuidado y fue cedido a los japoneses en 2016. Tras la revelación genética, el subdirector del zoológico japonés, Kiyoshi Yasufuku, declaró para la emisora pública local NHK que “en comparación con Tetsuo, el hipopótamo macho del zoológico, su rostro era delgado y parecía extraño”. Incluso se referían a él como un “guapo hipopótamo”. Añadió que se están haciendo cargo de que Gen-chan —caballo de río, significado de su nombre en griego— se sienta cómoda en el parque y su nombre, de carácter masculino, no cambiará por uno más femenino.

El error perduró más de una década por las características de la especie: los hipopótamos llegan a pesar cuatro toneladas, miden hasta cinco metros de largo y uno de alto y es un animal agresivo. Según National Geographic, la probabilidad de morir ante un ataque es de hasta 86%, a diferencia de un tiburón que es del 25%. Debido a esto, los cuidadores en los parques y zoológicos evitan a toda costa acercarse. Esta fue una de las razones por las que, tanto en México como en Japón, se dio por hecho que Gen-chan era macho. EL PAÍS se comunicó con el parque de conservación en México para conocer su versión, sin embargo, Africam Safari no se ha pronunciado al respecto.

Cuando el zoológico Tennoji se hizo de Gen-chan, este tenía cinco años. Asumieron que, por la edad, no se alcanzaban a ver los genitales a simple vista. Pero conforme pasaron los años, el comportamiento del hipopótamo no empataba con el de un macho. Los machos al defecar utilizan su cola, moviéndola en forma de hélice, para esparcir sus heces. Esto lo hacen por dos razones. La primera, sirve para marcar su territorio. Como en muchas especies en el reino animal, entre la manada sólo puede haber un alfa, y es así como hacen saber al resto que estuvieron allí o que son los que mandan. Esta misma acción de dispersar sus desechos fecales sirve también para cortejar a las hembras. La segunda razón fue ubicación espacial del mamífero semiacuático. Las manadas se segregan por sexo y el apareamiento ocurre debajo del agua. Gen-chan no cortejaba a las hembras y tampoco se apartaba de ellas.

Tras siete años de un comportamiento anormal fue que el zoológico Tennoji decidió que harían una prueba de ADN del animal. Acudieron a un laboratorio externo a principios de abril de 2023 y unas semanas después, cuando el resultado del análisis llegó, confirmaron lo que se sospechaba. Gen-chan, en efecto, es una hembra. “Reconocemos lo importante que es la confirmación del sexo del animal y nos aseguraremos de que no vuelvan a ocurrir errores como estos”, comentó el subdirector Kiyoshi Yasufuk al diario japones Mainichi a manera de disculpa.

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