EL PRECIO A PAGAR POR MATTHEI

Una mezcla de sorpresa y alegría se produjo en los rostros de Javier Macaya, María José Hoffmann y otros miembros de la dirigencia de la UDI -reunidos la tarde del domingo pasado en el segundo piso de su sede en calle Suecia- cuando los primeros cómputos del Servicio Electoral en las primarias en Lo Barnechea daban por ganador a su candidato, Carlos Ward.

El entusiasmo -sin embargo- duró poco: a medida que avanzaba el conteo de votos el resultado se dio vuelta bruscamente.

El exalcalde Felipe Alessandri, de Renovación Nacional, se transformó en el ganador indiscutido de la jornada que -además- era el corolario de una tensa campaña que, a ratos, revivió los peores fantasmas de la derecha, como la traición, las acusaciones de intervencionismo y las disputas callejeras por la publicidad.

Para la UDI, la derrota de Ward tiene un sabor de íntima amargura. No sólo se deja escapar otra comuna “calada” (lo más probable es que Alessandri sea electo alcalde en octubre), con más de cien mil electores, un presupuesto millonario y donde habían logrado desplazar a sus socios de RN hace cuatro años. A ello se suma que meses antes habían bajado a la actual alcaldesa, Daniela Peñaloza, de la posibilidad de competir por la reelección, cediendo el cupo a Marcela Cubillos, independiente con fuertes lazos en el Partido Republicano.

En un abrir y cerrar de ojos, el gremialismo quedaba con un solo candidato a alcalde en el distrito 11, que comprende las comunas de Las Condes, La Reina, Peñalolén, Vitacura y Lo Barnechea: el arquitecto José Manuel Palacios, quien competirá por su tercer periodo en La Reina. Más emblemático aún es que el gremialismo fue barrido de la zona electoral por excelencia de la derecha, donde obtiene históricamente sus resultados electorales más contundentes y que integra a Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea.

Esa noche, Macaya, junto a sus más estrechos colaboradores, suspendió la conferencia de prensa que había sido convocada para analizar el resultado. A cambio, comenzaron a elaborar un relato con el que se buscó aminorar la pérdida de poder en la zona oriente de la capital, destacando los triunfos en zonas populares, como Independencia (Agustín Iglesias) y La Florida (Daniel Reyes) y en la Gobernación de Aysén (Marcelo Santana).

“Ellos representan el futuro y la renovación que esta directiva siempre ha buscado impulsar. Pero, además, demuestran la capacidad de la UDI de volver a conectarse con el mundo popular y las urgencias sociales de los chilenos”, se lee en una minuta que circuló en los WhattsApp internos de la colectividad.

“Los resultados en el barrio alto son un retroceso, pero también una oportunidad. Llevamos demasiado tiempo atrincherados en el barrio alto, y ese no es el Chile real. Tenemos que volver a disputar el mundo popular y el Chile de las regiones”, agregó el martes en una entrevista en La Tercera, el experto electoral UDI Eduardo Cretton.

Pero otra de las “bajadas” para enfrentar los resultados fue destacar la fórmula de negociación por la que se ha jugado la colectividad, resaltando que las primarias “fortalecieron la unidad de Chile Vamos y la cultura de coalición. Apegado a esa idea, Macaya comentó que “tenemos mucha tranquilidad de que Marcela Cubillos va a representar los valores de la UDI en Las Condes, que Felipe Alessandri será un buen alcalde, al igual que Camila Merino, en Vitacura, y que Palacios será reelecto en La Reina”.

Ambiente enrarecido

El lunes, en una reunión de la comisión política ampliada, Macaya, lamentó las derrotas en Lo Barnechea -y más aún la sufrida en Coquimbo-, pero hizo un positivo balance del resultado final. La UDI había ganado en siete primarias de alcalde, detrás de RN -que se impuso en nueve- y sobre Evópoli, que se quedó con tres. Pero el gremialismo, además, ganó un candidato a gobernador.

Sin embargo, esos mismos resultados volvieron a enrarecer el ambiente interno de la UDI. Desde sus inicios a la cabeza de la colectividad, Macaya ha debido sortear las continuas embestidas de la denominada “vieja guardia” partidaria de endurecer el tono opositor y aunar propósitos con Kast -integrada, entre otros, por Víctor Pérez, Jacqueline van Rysselberghe, Pablo Longueira, Claudio Alvarado y Carlos Bombal-, que ve una nueva oportunidad para golpear a la conducción del senador. Esta vez -eso sí- con un ingrediente no confesado abiertamente: una cierta distancia de la candidatura de Matthei.

Según ello, a la UDI le fue mal en las primarias y -en privado- acusan a la dupla que lidera la tienda desde 2020 de estar pagando un precio muy caro en pro de la unidad de la coalición para facilitar la opción presidencial de la alcaldesa de Providencia.

Un ejemplo de ello al que la disidencia recurre frecuentemente fue despejar la opción del expresidente de RN Mario Desbordes en Santiago, en desmedro de Sebastián Sichel, que era la carta del partido y hoy compite por Ñuñoa. Pero hay otros, como que la UDI ya entregó gobernaciones clave como Coquimbo y Concepción.

- ¿Qué pasa si el partido de la candidata presidencial mejor aspectada (Matthei) queda en un tercer lugar en las municipales, detrás de republicanos -que podría alcanzar un 20%- y de RN. ¿Y sin presencia en capitales regionales?-, se pregunta un líder de la disidencia.

Y se autorresponde:

-El escenario empieza a removerse, porque con una UDI debilitada, al resto de las colectividades opositoras se les abrirá el apetito para competir en las primarias presidenciales. Hoy hay candidatos a la derecha de la UDI, como Johannes Kaiser, y a la izquierda, como la senadora Ximena Rincón (Demócratas), entre otros.

La reacción del alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, quien reactivó sus pretensiones presidenciales luego del contundente triunfo obtenido por su candidato -Daniel Reyes- en las primarias de la comuna, vino a confirmar los presentimientos del ala dura del gremialismo. Apenas dos días después de celebrar la victoria de su “delfín”, Carter dejó en el olvido su interés en una candidatura a senador y señaló que competiría en las primarias de Chile Vamos y que “le ganaría a Matthei”.

Para sumar más tensiones, Reyes -quien compitió en un cupo UDI- criticó con dureza a la secretaria general del gremialismo y se reunió esta semana con la secretaria general de RN, Andrea Balladares.

Otros de los cuestionamientos que han circulado en algunos grupos de WhatsApp es que candidatos como Jaime Bellolio, en Providencia, e Iglesias, en Independencia, tienen poco ADN de la UDI más tradicional.

Macaya confirma su rumbo

“Lo que nos piden nuestros electores es unidad, y hay que predicar con el ejemplo. Yo no voy a renunciar a hacer un factor de unidad para que nuestro sector pueda enfrentar de mejor manera a la izquierda. Y si es necesario bajar candidaturas nuestras y defender otras que sean más competitivas, lo voy a hacer siempre”, aseguró Macaya el jueves en la tarde desde su región (O’Higgins).

En privado, la directiva de la UDI asume que la situación de privilegio de Matthei en las encuestas obliga a los líderes gremialistas a asumir posturas que no amenacen innecesariamente su postulación. En esa línea, explican que Macaya, perfectamente, podría haber “tirado el mantel” hace unos meses, manteniendo la candidatura de Peñaloza y enfrentándose a Cubillos. Y haberse negado a competir en primarias en Lo Barnechea -cuyo alcalde UDI, Cristóbal Lira, anunció recién a fines de marzo que no repostularía.

Pero no lo hizo -explica la misma fuente- justamente para no exponer a Matthei a una guerra interna que pudo terminar perjudicando su candidatura.

“Si hay una gran ganadora de todas las primarias es Matthei, porque prácticamente todos los candidatos de la oposición hicieron campaña al alero de ella”, dice Cretton.

Desde el entorno de la alcaldesa, en tanto, cuentan esta felicitó la tarde y noche del domingo pasado uno por uno a todos los ganadores y en las próximas semanas espera reunirse con varios de ellos.

En esa misma línea, señalan desde la UDI, en los próximos días vendrán nuevos -y potentes- gestos en favor de la unidad del sector y la oposición en general.

“Seguiremos llamando a enfrentar las municipales con unidad hasta que duela, poniendo por delante los intereses del país antes que los propios”, dice uno de los párrafos de la minuta interna antes mencionada.

La mañana del viernes, la exministra de la Mujer durante el gobierno de Sebastián Piñera, Isabel Plá (UDI), bajó su candidatura a la Gobernación de la Región Metropolitana.

“Nuestros electores, especialmente los de la UDI, nos piden que no peleemos, que resolvamos los conflictos lo más rápido posible. En aras de esa unidad, hemos decidido deponer mi aspiración a ser candidata a gobernadora de la RM”, señaló Plá desde la sede gremialista.

En la misma línea, la UDI también está empujando al interior de Chile Vamos que se respalde la opción de la republicana Ruth Alvarado en Recoleta.

Ante los cuestionamientos de ser candidata por la Gobernación de Valparaíso y al mismo tiempo participar en las negociaciones con los otros partidos, María José Hoffmann, anunció ayer en una entrevista en LT Sábado que dejará temporalmente la secretaría general de la UDI.

El factor republicano

Los problemas internos suman -además del factor Matthei- otro ingrediente: la relación con el Partido Republicano, que continúa disputando a la UDI su nicho electoral. Según el analista político de la U. Autónoma Tomás Duval, el gran problema que tiene hoy la directiva UDI es “no haber resuelto, ni saber cómo hacerlo”, su relación con la tienda de José Antonio Kast. Esto, según el experto electoral, hará que Matthei tienda a alejarse de su partido: “En el conflicto por quién es más duro en la derecha, Matthei no tiene nada que hacer. Ella debería proyectarse en otro espacio político más abierto y convocante”

Esta indefinición de la UDI, explica Duval, quedó reflejada en el discurso con que la directiva salió a enfrentar el escenario posprimaras.

Por un lado “le pegan un palito” a republicanos (“fuimos el único proyecto político de oposición que fue capaz de tener primarias, lo cual demuestra nuestro espíritu democrático y capacidad de escuchar a la ciudadanía”, dicen en su análisis). Y, por otro, llaman a la unidad de toda la oposición.

Aunque efectivamente republicanos no quiso participar en las primarias municipales, la colectividad no se mantuvo al margen de sus efectos y el mismo martes respaldaron con entusiasmo el anuncio de Carter de competirle a Matthei.

“Es una muy buena noticia. Nosotros vamos a esperar al triunfador de esas elecciones para encontrarnos en primera vuelta el próximo año”, dijo Arturo Squella, presidente del Partido Republicano, a través de un video en redes sociales, confirmando la decisión de Kast de restarse de primarias.

El escrutinio a la negociación municipal y los efectos en el peso político de la UDI está lejos de desaparecer y tendrá -lógicamente- su peak tras los resultados de octubre. No pocos apuestan a que en ese momento el convulso escenario interno vivirá una nueva etapa, esta vez por la disputa por el control de la UDI en las elecciones internas prevista para diciembre. Por lo pronto, y para evitar una confrontación, comienza a delinearse la idea de un acuerdo en torno a la figura del expresidente del Senado Juan Antonio Coloma. Este último, el único integrante de los llamados “coroneles” que sigue en la trinchera política, da garantías a ambos sectores, de cara al decisivo año electoral 2025.

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