LECCIONES DE LA DAMA DE HIERRO

SEÑOR DIRECTOR:

El 4 de mayo de 1979, Margaret Thatcher se convirtió en Primer Ministro de Reino Unido. Tenía un objetivo claro y definido: que Reino Unido dejara de ser el enfermo de Europa. Y ello, antes que buenas políticas públicas, necesitó firmes convicciones en las ideas que justifican moralmente dichas políticas.

En la crítica situación que enfrenta Chile las derechas políticas pueden extraer algunas las lecciones valiosas de la Dama de Hierro y de su gobierno.

En primer lugar, la aspiración de llegar al gobierno no puede ser simplemente administrar bien y atender las legítimas necesidades ciudadanas. El objetivo debe ser una transformación profunda como herramienta en la búsqueda de una sociedad verdaderamente libre y justa. Hacer bien las cosas es un mínimo obligatorio, y por tanto no puede convertirse en el motivo central para ejercer el poder.

En segundo lugar, equipos altamente preparados, capacitados y eficientes no son suficientes para liderar las instituciones del Estado y su transformación. En momentos en que la deuda pública nacional alcanza el 40% del PIB -su nivel más alto en años- y en que el tamaño del Estado solo se incrementa, es necesario adoptar una actitud crítica con el aparato estatal para eliminar oficinas, empresas, regulaciones, burocracia y empleos fiscales.

Si las derechas chilenas atienden estas dos lecciones, podrán pensar no solo en el largo plazo, sino que, además, buscar soluciones y respuestas novedosas o disruptivas que permitan recuperar la senda del progreso.

Álvaro Iriarte

Director de Contenidos Instituto Res Publica

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