ECUADOR EN CRISIS POR CORTES DE ELECTRICIDAD Y AGUA A DíAS DE UN PLEBISCITO
El gobierno de Ecuador vive una crisis compleja luego de enfrentar la ola de violencia del crimen organizado y el rechazo internacional por la invasión a la embajada de México. El ejecutivo de Quito, que comanda el presidente Daniel Noboa, debió suspender las jornadas laborales en 18 y 19 de abril ante los cortes de suministro eléctrico y de agua. El escenario se dificulta porque el domingo 21 está convocado un plebiscito que busca aprobar normas esperadas por el mandatario derechista, cuando se conoce que autoridades escondieron información sobre la crisis energética.
La ahora exministra Andrea Arrobo y otros funcionarios estatales ocultaron información sobre el funcionamiento del sistema energético. Noboa le pidió la renuncia a la extitular del ministerio de energía y minas, a un día de anunciar que llegarían los cortes de suministro en diversas ciudades. El gobierno del empresario, e hijo de un banquero, salió a responsabilizar a Arrobo y otros personeros por no entregar los datos sobre la crisis. Eso cuando Ecuador enfrenta una grave sequía que tiene a sus principales embalses al borde de quedar sin agua en las próximas semanas y meses.
El Universo detalla que según el nuevo ministro encargado Roberto Luque en la cartera de energía se suprimieron alertas para que la grave situación no fuera conocida para la toma de decisiones. El titular de transporte y encargado de energía manifestó que “los recortes de energía no solo respondieron a circunstancias ambientales, sino a actos inauditos de corrupción y negligencia”. Daniel Noboa hizo eco de la situación y acusó la existencia de sabotaje, agregando que existen presiones externas para fomentar la crisis que se observa en el territorio ecuatoriano.
Mientras el gobierno de Noboa presentó una denuncia ante la fiscalía contra los “saboteadores que buscaron hacer daño a todos los ecuatorianos , afectando su desarrollo y productividad”, la emergencia ambiental se hace presente. Los embalses de Mazar y Paute poseen un almacenamiento operativo del 0% y 4% respectivamente, al mismo tiempo que el caudal en la central Coca Codo Sinclair tiene un déficit del 40% en su promedio histórico.